sábado, 17 de septiembre de 2011

El silencio de los corderos

Los politicos, esas extrañas criaturas, que exponen sus ideas como si las hubieran memorizado, perdiendo cualquier convicción que pudieran tener, y cualquier credibilidad que les quisieramos dar. Estan celebrando la gran fiesta de la trashumancia.

Como grandes pastores, cuyos mastines, nos ladran empujandonos contra el adversario, que a su vez, mueve sus propias ovejas al combate. Los pastores miran divertidos. Las ovejas balamos asustadas.

Una luz de esperanza, surgio con el movimiento de los indignados. Todos los ilusos de este pais, pensamos que podrian cambiarse las cosas. Tan sólo cambiando la ley electoral.

Una ley que permita que se represente a la mayoria, que se eligan a las personas, para no depender de la honorabilidad de los mismos, o de los intereses creados, para no mantener o soportar a un presunto, a un condenado o a un incompetente.

Los pastores se sentaron para mirar, sus sesudos consejeros imaginaban la forma de aprovechar la movilización a favor de uno o de otro. Como no se dejaron, les echaron el agua del tiempo, para que su azucar se fuera disolviendo, hasta hacer desaparecer su posible dulzor de esperanza.

Si solo se hubiera pretendido reformar la ley electoral, el movimiento, seguramente seguiría vivo.  Pero cometieron el error de creerse pastores, y empezaron a adicionar ideas, soluciones, planteamientos, más propios del pastoreo, que de la indignación.

Sigo soñando, con una ley electoral, que elimine, de manera automatica, de sus listas a los procesados, cuando el fiscal considere que existen indicios suficientes para una condena. Que si resulta absuelto, tanto el fiscal como el denunciante o querellante, se responsabilicen "realmente" del daño causado.
Una ley que elimine todos los privilegios de la clase politica, a excepción, de las necesaria para su seguridad. No a los sueldos vitalicios, a las jubilaciones despues de un mandato de cuatro años. No.

Una ley que permita individualizar el daño, la incompetencia, con penas hasta de prisión.
Una ley que nos permita defendernos de los pastores.

Para que soñar...

Los pastores de la politica,  con ayuda de sus mastines, consiguieron aislar, a las ovejas negras, alejandolas, marginandolas.

El resto seguimos triturando la hierba de estos pastos, lejos de los indignados, y algo desamparados.


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