sábado, 17 de septiembre de 2011

Soluciones pequeñas para disminuir el gasto público.

Todos somos iguales ante la ley. Pastores incluidos.

Diputaciones, fuera.

Senado, fuera.

Comisiones inútiles e inoperantes, fuera.

Asesores externos, fuera.

 
Todos los cargos políticos, todos, salario mínimo interprofesional, sin dietas, hasta que haya pleno empleo. Si un ciudadano puede vivir con la cantidad que ellos han acordado, será porque ellos también pueden. ¿No?

Presupuestos cerrados, abiertos al detalle para que los ciudadanos, podamos ver, si se necesitan cien mil plumas de oro, o nos apañamos lo mismo con cien mil bolígrafos de marca blanca.

Hagamos, que ser pastor sea tan duro como ser oveja en tiempos de crisis.

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